LATIDOS QUE NUTREN

Como artista a favor de la lactancia, mi propósito a través de esta exposición es crear consciencia de cuatro puntos sumamente importantes:

1)    Los bebés tienen derecho a ser alimentados cuando y donde lo necesiten, no donde la sociedad establece que es “correcto”. ¿Usted se siente cómodo comiendo en un almacén? ¿O se imagina llevando su comida al baño en el trabajo y almorzar ahí? Pues más o menos esto es lo que le hacemos a los bebés cuando se nos dice que es ahí donde se debe realizar el proceso de lactancia.

2)    Los niños deben ser educados respecto a la lactancia. Todos nosotros tenemos la responsabilidad de educar a nuestros niños y jóvenes para que entiendan que está bien, que es correcto alimentar un niño en público. Debemos educarlos con el ejemplo y, si preguntan, contestarles con naturalidad pues, al fin y al cabo, señores, es un proceso natural.

3)    Los hombres, al igual que algunas mujeres, deben entender que la función natural y principal del pecho es alimentar al bebé. Debemos romper con los mitos, las posturas del pasado, acabar con el machismo existente, y romper todas las barreras sociales que imposibiliten que la lactancia sea vista como el proceso natural que es. No hay por qué voltear la cara pues este es un proceso sumamente tierno, como tampoco debemos sexualizar el proceso al ver un seno por fuera, en lugar de una madre alimentando a su bebé. Esa es la función principal de esa parte del cuerpo, no es un adorno con el cual la naturaleza nos dotó.

4)    Las mujeres se motivan y se interesan en lactar cuando ven a las madres amamantando a sus hijos. Estoy convencida de que no hay mejores educadoras en lactancia que las madres lactantes. Del mismo modo estoy convencida que cuando otras mujeres ven la hermosura del vínculo materno en función por medio de la lactancia, eso resulta en una motivación para que, llegado su momento de ser madres, estas otras mujeres decidan también lactar.